Almendra

ALMENDRA MARCONA TOSTADAOriginaria de Asia Central y en España, la almendra fue introducida hace más de 2.00 años. Actualmente es el segundo país a nivel mundial productor de almendras.

Su cultivo se establece en zonas costeras y en España se cultivan en la actualidad más de cien variedades debido a la gran riqueza genética, pero existen cinco tipos comerciales definidos y seleccionados entre las variedades de mayor calidad, que son Marcona, Largueta, Planeta, Comunas o Valencias y Mallorca.

De las cinco variedades, tres son variedades nativas españolas botánicamente puras: Marcona, Largueta y Planeta.

Todas ellas se caracterizan por ser variedades de cáscara dura no porosa, lo que las diferencia de las variedades de cáscara blanda Californianas. Además las almendras españolas son de una calidad excepcional debido a su mayor contenido de aceite lo que las hace más jugosas y suaves y con un sabor más intenso.

La variedad Marcona es la más cara y la más demandada por la industria repostera y turronera. Asimismo, al tener en su composición menos aceite, se suele destinar a la producción de almendras fritas.

Es muy apreciada por su sabor y su largo poder de conservación.

Es la reina de las almendras por su sabor dulce y grano redondeado y blanco. Es rica en Calcio.

Además, podemos encontrar en este fruto seco, Proteínas Vegetales (con gran importancia en las dietas Vegetarianas), Vitamina E (con alto poder antioxidante), Vitamina B9 (o ácido Fólico), Fibra, Acidos insaturados (que  ayudan a controlar los niveles de trigliceridos  y colesterol en sangre  siendo factor de prevención de enfermedades cardiovasculares), Hierro, PotasioFosforo.

En la “Dieta Mediterránea” se incluyen los frutos secos  en el tercer nivel de consumo, siendo así recomendable  la ingesta diaria de 25 g  (20 uds.) al día de almendra.

La Largueta es más alargada y estrecha que la Marcona y es la variedad que más emplean los fabricantes de snacks y aperitivos. La preparación más frecuente es simplemente horneada con sal. La sal se queda en la piel pero impregna de sabor al resto de la almendra. Se emplea asimismo en otros dulces típicamente navideños como las peladillas, en bombones y chocolates pralinés.